Un tema que siempre me ha parecido espinoso,
al menos acá en Guatemala, es la confusión que existe entre las reinas de
belleza y las modelos. Antes de empezar, debo aclarar que no tengo nada en
contra de las concursos. Respeto a quienes están
involucrados, sé el esfuerzo que ponen en cada actividad que hacen, porque en nuestro país es muy difícil abrirse campo. Pero como sucede con
toda industria en crecimiento, porque los eventos de belleza y la moda son un negocio, las confusiones son parte del inicio y del
desarrollo.
Según Wikipedia, ser modelo significa: "Modelo es el profesional
del sector de la moda que se
dedica a exhibir, vistiéndolas, prendas de ropa o cualquier otro accesorio(zapatos, bolsos, cinturones).
Usualmente se asocia la profesión con
las mujeres de edad joven, sin embargo, también hay modelos
varones y de todas las edades, incluidos los niños; la belleza con la
que se identifica a los modelos es un factor primordial, aunque en todo caso la
selección del modelo busca siempre un determinado aspecto, expresión
corporal y facial, medidas antropométricas y condiciones
específicas (talla, estatura, peso, complexión física) definidas
profesionalmente para conseguir que los artículos presentados resulten
atractivos o causen un determinado impacto en el comprador o target a
quien se dirige la prenda o línea de
productos, publicidad o campaña de comunicación."
Y pues, la misma fuente, señala esto de
ser participante de concursos de belleza: "Un concurso
de belleza es una competencia basada principalmente en la belleza física
de sus participantes, incorporando a veces cualidades como la personalidad y el talento. Por lo general, las
competencias se llevan a cabo en formas separadas para hombres y mujeres, y en
el caso de los hombres no se conocen como "concursos de belleza". Los
concursos en los que participan mujeres son más comunes, y a las ganadoras se
las conoce como "reinas de belleza" y/o Misses. Los concursos de
belleza masculinos, como Mr. Universo, suelen hacer más hincapié en las
complexiones físicas de los participantes."
Como pueden notar, el fin y, en
algunos casos, las medidas son las que hacen la diferencia. Todo se resume al
propósito.
Esto
me lleva a pensar que no vemos a miss Francia en los desfiles de París,
así como a miss Estados Unidos no está en el Fashion Week de Nueva York, porque
son industrias completamente distintas. Las fronteras de cada uno de estos
mundos están bien marcadas, pero en nuestro país se han mezclado. Lo cual no
digo que esté mal; es más, hay muy buenos resultados en muchos casos. Pero ha acarreado algunas confusiones:
Las agencias de modelos no hacen
concursos de belleza. Estas se dedican a promover las carreras de las modelos y
conseguir contratos, campañas y demás. No cobrarle a sus alumnos para hacer
evento o usar el nombre "modelo" en los títulos que entregan, porque la preparación que están dando no es la adecuada para un evento de moda, sesiones fotográficas de productos o publicidad, aunque siempre hay exepciones.
La forma en que se camina en una
pasarela de moda y en un concurso de belleza son muy diferentes. En la primera,
se busca dar protagonismo al atuendo, mostrar su movimiento y como ajusta al
cuerpo. La forma de andar en los concursos de belleza busca hacer resaltar las
características del cuerpo del o la concursante.
Un book de modelo es una herramienta
que sirve para conocer la capacidad de transformación y las habilidades del
modelo para saber si es útil o no para cierto trabajo, fotografías y demás.
Este no debe incluir solo fotos en traje de baño, gala o “fashion” (lo coloco
entre comillas, porque siendo un sustantivo, no debería usarse para describir
algo) con la misma expresión, maquillaje
y locación.
Los desfiles de moda son una instrumento de ventas, posicionamiento de marca, relaciones públicas y para
atraer publicidad hacia una marca. Estos eventos no son una especie de
entretenimiento.
Lo interesante de todo esto es que puede servirnos para pensar hacia dónde va la moda nacional, el modelaje, los concursos de belleza y medir la respuesta del público y los clientes. Este tipo de situaciones no deben tomarse como una desventaja, sino como una forma de crear un balance en el que todos sean beneficiados.
Gracias por leer este espacio.
Mynor V.
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