En este mundo, todo tiene su opuesto. El blanco, tiene al negro.
El día, contradice a la noche. Y lo alto se opone a lo bajo. Una cosa no
existiría sin la otra. Las contradicciones son mecesarias. Son lo que da
equilibrio a todo lo que conocemos y es conocido. Claro, esto debería ser
aplicado solo a algunas cosas, las personas nunca deberían ser parte de este
tipo de clasificaciones.
En el caso de la ropa, el tema de los contrarios es algo
bastante apreciado. Hay diseñadores que han compuesto su obra a partir del
choque y la contradicción. ¿Qué seria del trabajo de Rodarte, sin la mezcla entre
lo haute couture y la costura amateur? ¿Los desfiles de Jean Paul Gaultier no
hubieran sido lo mismo sin reivindicar lo popular haciéndolo
deseable y exclusivo? ¿Sería Chanel la casa de moda más poderosa, sin que
coco se apoderara del color destinado para la servidumbre y los funerales,
combinándolo con blanco, haciendo que
fuera lo más deseable y novedoso de su época? Seguramente muchas cosas que
conocemos de la moda actual, no serían lo mismo sin el ejercicio de enfrentar
conceptos, materiales y demás.
A la hora de vestir a diario, este tipo de choques son el pan de
cada jornada. En el momento que tomamos una camisa formal y la llevamos con tenis. También, mezclar
joyas costosas o de apariencia formal, con una tshirt básica y pantalones
rotos. La moda de nuestra era se contradice a sí misma y voltea todo. Por eso,
aunque digamos "la ropa de los 90" está de moda, la sentimos nueva,
porque siempre tiene algo que choca con ella. Por ejemplo, ahora se mezcla con
elementos muy lujosos o con épocas muy dispares, como los 70. Esto la saca del
contexto en que la conocíamos, mostrándonos una nueva posibilidad.
En mi caso, no concibo un día sin llevar prendas que choquen
entre sí. O al menos, es algo que hago sin pensar. Por ejemplo, hace algunos días, aproveché el sol para combinar unas
sandalias birkenstock, con un pantalón skinny, una camisa formal y una chaqueta
deportiva en el mismo atuendo. Casi todo lo conseguí en Tiendas Megapaca y
logra justo todo lo que me gusta en un atuendo: comodidad, estilo y esa mezcla
awkward de estéticas y referencias. Probablemente, por si solas, las prendas
serian aburridas. Pero juntas, logran un buen atuendo, porque son diferentes.
Chaqueta, camisa y sandalias: Tiendas Megapaca
Fotos: Robinson García
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