lunes, 24 de agosto de 2015

Take me with you




Yves Saint Laurent inmortalizó los cuadros de Mondrian en una de sus colecciones. Elsa Schiaparelli fue una de las primeras en mostrar que el surrealismo podía llevarse a diario sobre el cuerpo. El círculo de amistades de Coco Chanel tenía más artistas, que una sala de museos y Cristóbal Balenciaga, tomó a Goya y Velásquez como sus principales referencias para sus diseños. Ellos son solo algunos de los ejemplos de diseñadores que se inspiraron en el arte para crear más arte.

En la actualidad, dudo que exista alguien apasionado por la moda, que no sienta un profundo amor por cualquier cosa que involucre un proceso creativo para formarse. Personalmente, siento predilección por todos esos objetos que son poco comunes, que cuentan una historia, a pesar de ser simples. Pensar cómo se hicieron y qué hay detrás de ellas me atrae demasiado. El arte moderno es el que más se presta para eso. Hace que la mente trabaje más rápido y busque poder interpretar lo que el artista quiso plasmar con su pieza. Los objetos más simples, adquieren interpretaciones muy profundas; o los más complicados, las cosas más obvias. Esta idea de contraste, es algo que siempre tengo presente cuando pienso en qué ponerme.

Aunque mantenga mi estilo es simple, siempre  trato de jugar con las reglas de lo establecido. A veces, una prenda puede ser toda una declaración de humor, estado de ánimo o deseo de romper con lo convencional. En este caso, quise crear un look que fuera una completa contradicción al lobby de “Casa Vida” en la zona 4, un lugar lleno de arte y en el que han vivido muchos artistas locales. La vibra relajada, la gran cantidad de objetos y colores, y  los muebles dan una impresión de un espacio muy informal y de espíritu libre. Por eso, busque prendas muy simples, de colores neutros, que chocaran con el espacio. Cuando vi este saco de doble botonadura en tiendas Megapaca, supe que era la prenda que necesitaba como base.


Me gustan las contradicciones, los puntos medios y esas cosas que son, pero a veces no son. No todo en la vida es blanco o negro, hay una gran cantidad de tonos  grises en el medio. Tal vez por eso, decidí no ponerme zapatos formales. Los cambié por tenis, como una forma de llevar el espirito creativo y libre del espacio, pero de una forma controlada y menos obvia. Sonará algo extraño, pero a veces me tomo un tiempo extra cuando me visto, porque quiero decir algo a través de lo que me pongo. En otras ocasiones, me da igual y tomo cosas sin pensar mucho.



 



Chaqueta cruzada, camisa Blanca y calzado: Tiendas Megapaca 
Bolso:Médium 
Locación : Casa Vida 

Por cierto, si quieren escuchar la canción que da nombre a este post, acá les va. Mientras escribía esto, escuchaba a Tori Amos, y todo empezó a fluir





jueves, 6 de agosto de 2015

Gato sobre el tejado




Los tejados, azoteas, terrazas o como sea que quieran llamar a la parte superior de una casa, usualmente pasan desapercibidos. Para mí,  son un espacio importante del lugar en que uno habita. Aunque estén descubiertos, son una especie de refugio, en el que nos damos permiso de hacer una que otra cosa, que no hacemos dentro de cuatro paredes. Son una especie de oasis y un lugar para respirar un poco. 

En la parte superior de mi propia casa, he hecho de todo un poco. Volar barriletes de forma fallida, ver las estrellas, tomar el sol,  espiar a los vecinos, hablar con el celular, tener conversaciones relevantes, dar besos a escondidas, beber una cerveza después de un día cansado y, hasta tomar fotos, han sido algunas de las cosas que me he permitido en mi tejado.  Además de eso, me fascina la vista que tengo desde ahí. Tal vez por eso, cada vez que se da la oportunidad de ir a un lugar que no conozco, busco la forma de llegar al punto más alto y ver qué vistas ofrece. Si alguna vez me invitan a su casa y desaparezco, es probable que esté sacando a mi gato interior y ande buscando algo qué observar.

Cuando conocí The Jewel Box y me dijeron que se podía subir a la azotea de la casa, por una escalera al lado, no puede contener mi emoción. Lo que se observa desde ahí podría decirse es la definición de una buena vista urbana. No es tan alto como para perder los detalles, pero tampoco tan bajo como para que uno quede hundido en un cúmulo de edificios. El entorno del barrio que alberga la creciente escena artística de la ciudad, el centro histórico, la ciudad olímpica y el área de negocios  se pueden observar sin ningún problema, desde ahí. Solo basta moverse unos pasos, para cambiar por completo de paisaje. 

Lo que observé ahí fue mi punto de partida para la creación de este atuendo con prendas de Tiendas Megapaca. La geometría de los edificios, las líneas rectas y los colores den paisaje fueron la inspiración para vestir ese día. Combinar distintos cortes y volúmenes, y jugar con líneas es algo que me gusta hacer mucho a la hora de pensar qué ponerme. En este caso, di completo protagonismo al diseño de líneas horizontales de mi camisa, llevando otras prendas simples. El pantalón roto repite el mismo patrón gráfico, pero de una forma menos llamativa. Y la chaqueta es el elemento inesperado, más básico y neutro. A veces, las prendas más sencillas pueden verse muy diferentes, si tienen las dimensiones adecudas o se combinan con otras que tienen formas que contrastan. En palabras de Coco Chanel: "La moda es arquitectura, es cuestión de proporciones".









Fotos: Francisco Melgar Fotografía
Chaqueta de lona, camisa de rayas, pantalón roto y gafas oscuras: Tiendas Megapaca
Calzado: Steve Madden