martes, 29 de diciembre de 2015

Mi propósito de año nuevo: No tener propósitos




Los últimos 3 años de mi vida han sido una montaña rusa de emociones. De la alegría, he pasado a la tristeza profunda, de la desesperación a la paz mental y de la tranquilidad a la instabilidad, y así ha sido por este tiempo. Tal vez, ahora me doy cuenta de esas cosas, porque me he dado la oportunidad de no tener miedo a lo que siento, a lo que está a mi alrededor y dejar que lo que pasa cerca de mi se convierta en algo que, tal vez en el momento sea malo, pero luego se convierta en algo edificante.

En el 2015, pasaron muchas cosas que me dejaron una marca. Aprendí que las personas no son siempre lo que uno espera, que muchas veces quienes más queremos pueden decepcionarnos de la peor forma y nos hacen llorar y cuestionarnos por qué les dedicamos tanto tiempo y cariño. Pero también, que hay otras que uno no se espera y que se comportan de la forma más amorosa e incondicional. También, aprendí que la paz mental es un bien poco valuado. Que a veces nos sometemos a presiones innecesarias, que tal vez no valen la pena o que simplemente no deberían ser una prioridad. Decir lo que siento se ha hecho algo prioritario en mis días. Quedarse con las cosas dentro no es tan sano como se cree, aunque sea algo que incomode. Uno nunca sabe cuánto pueden cambiar muchas situaciones si uno se expresa, si es la última vez que veremos a la persona que queríamos decirle eso o qué tan liberados podemos estar al dejar salir lo que nos preocupa.

De este año, también aprendí que las amistades son una especie de familia que uno elige, con la que se viven cosas increíbles. El 2015 me ha acercado de muchas formas a viejos amigos, me ha permitido compartir cosas nuevas y vivir nuevas experiencias con ellos. A unos los veo seguido y a otros no tanto, pero les tengo mucho cariño. Quisiera mencionarlos a todos, pero sería imposible. También, este ciclo me ha dejado muchas nuevas amistades, gente que no pensé conocer y que ha hecho mis días más llevaderos, me ha enseñado muchas cosas y se ha convertido en parte importante de muchos días. A toda esa familia postiza, le debo muchas risas, recuerdos invaluables, pláticas increíbles, lágrimas, fiestas, proyectos nuevos y muchas cosas que recordaré siempre. Gracias redes sociales y vida que me han permitido tenerlos cerca.

En cuanto a trabajo, estos 365 días me han dado muchas satisfacciones, también mucho estrés. Hay días en los que no tengo tiempo de comer en paz o de dormir la cantidad de horas que debería. La agenda se va llenando de cosas qué hacer conforme pasan los días de la semana. Y muchas veces, eso no significa que mis cuentas del banco crezcan o que me esté volviendo rico o que tenga el carro más lujoso. Amo a mi carro viejo y me fascina. Pero me siento feliz de poder aprender nuevas cosas cada día y tener la oportunidad de hacer actividades que me gustan, me llenan por dentro y me permiten expresarme. Nunca pensé que este espacio se fuera a convertir en un trabajo más, tampoco mis redes sociales. Agradezco mucho a la gente de Tiendas Megapaca, Jabones Sabon, Huawei, por prestarle atención a este lugar en la web. Y  a mis amigos fotógrafos Rob García, Emmanuel García y Francisco Villatoro por su tiempo,  talento, paciencia y dedicación. Sin ustedes, este blog no habría crecido tanto este 2015. Y a todas las personas que se han interesado en formar parte de lo que siento, digo, fotografío y me pongo. En serio, muchas gracias por su apoyo.  Y pues, tal vez lo único que me pone un poco triste es que he dejado un poco de lado el diseño de ropa. No me arrepiento, y en el 2016 tengo muchas sorpresas relacionadas con eso y en las que he ido trabajando poco a poco.

En cuanto a la vida amorosa, seré breve: Demasiado complicada. Digamos que hay cosas que hasta el momento no comprendo por qué suceden, que parecen sacadas de una película bien rara y que espero comprender más adelante. La paciencia en esos asuntos será mi mejor amiga.

Para terminar, haciendo una evaluación de todo lo que ha pasado, pues este año ha sido de mucho aprendizaje, de dejarme llevar por la corriente, de hacer cosas que tenía que hacer y que me deba miedo, de cambiar un poco el rumbo, de aprender, de llorar, de hacer las paces con el espejo, de perdonar, de dejar ir,  de dejar de perder tiempo,  de sentir miedo, de estar triste, de reír mucho, de empezar a preocuparme más por mi salud, de dormir en lugar de salir a fiestear, de decir "no" y otras cosas más.

Lo anterior me llevó pensar, es que durante estos 12 meses, en lo que menos reparé fue en cumplir mis propósitos. En realidad, los olvidé. Fue como que los hubiera tirado por ahí y nunca más supe de ellos. Y no me arrepiento. Me quité una presión de encima. A veces uno es su peor juez. Lo cual no es malo, pero a veces es contraproducente. Como una medida para disfrutar más el 2016 y dejar que todo tome el rumbo y  que el destino decida qué es lo que deba pasar, he decidido no proponerme nada. No haré propósitos, ni me trazaré metas absurdas o inalcanzables. Lo cual no quiere decir que me dé igual que pase. Ya esos planes los tengo en la mente, desde hace tiempo, no necesito repetirlos cada fin de año.  Las cosas pasarán cuando deban de pasar, haré ejercicio porque quiero, no porque debo. Empezaré con algo nuevo porque lo deseo, no porque así tiene que ser. Haré las cosas porque las siento, no porque hay que hacerlas. Dejaré que el viento me coloque dónde debo estar, así como lo hace con mi ropa en los días de viento, mientras camino por las calles vacías y bebo un café frío. Sí soy de esa gente que come helados y bebe cosas frías en invierno.

No me queda más que desearles un 2016 lleno de muchas cosas buenas, de siestas, abrazos, películas buenas, comida rica, conversaciones interesantes, buena música y de todas esas pequeñas cosas que parecen insignificantes, pero que llenan el alma. Happy new year! 

Abrigo, zapatos, bufanda cuadriculada y piel: Tiendas Megapaca
Fotos y café frío patrocinados por Rob García
Productos para el pelo y barba: Jabones Savon








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domingo, 27 de diciembre de 2015

Mis colecciones favoritas del 2015



Soy de esas personas que cuando saben que habrá semana de la moda, están pendientes de todas las publicaciones que se hacen al respecto. Desde que empecé con mi gusto por la moda y el internet me permitió acceder a todo el contenido posible, hay marcas que cautivan mi atención y que no puedo dejar de seguir, temporada tras temporada. Con tantas firmas y países en los que se presentan colecciones es poco difícil decidir, pero estas fueron algunas de las propuestas que llamaron mi atención, ya sea por detalles específicos y que me han servido de inspiración a la hora de vestir a lo largo de este año.  Y sí, tomo de referencia muchas pasarelas femeninas, porque algunas tendencias tienden a repetirse en años posteriores en las colecciones masculinas.

Céline- primavera-verano 2015



Esta colección fue, sin duda, una de las que más me tocó durante este año. Probablemente para muchos no sea la gran cosa, pero el concepto detrás de ella hizo click conmigo. Phoebe Philo mencionaba en una entrevista, que la colección surgió luego de un análisis personal sobre cuán vulnerable es alguien que diseña, qué tanto pone de sí en cada trabajo, qué tanto deja ir de su interior, qué tanto se aleja de ciertas cosas y qué tanto se estresa. Muchos lucen seguros y en control de sí mismo, pero a veces están con un montón de sentimientos dentro.  El proceso de trabajo también me resultó interesante. Phoebe trabajó las piezas una a una, dejaba que pasaran los días y las volvía a ver, si le gustaban las incluía en la colección. Si no, las modificaba o simplemente las dejaba ir, como hacía con algunos sentimientos. Me pareció una metáfora interesante y un proceso que pocos se atreven a exponer.


Prada – primavera-verano 2015




Miuccia Prada explicaba que la colección hacía referencia a alguien que estaba huyendo, que tenía ganas de dejar el pasado y que estaba convencido de que era hora de un cambio. La idea central, se complementa con detalles que reevaluan el concepto de lujo. Materiales baratos, se mezclan con otros costosos; acabados impecables, se juntan con detalles sin terminar; y mostrar y ocultar son una constante durante todo el desfile. La idea de ser vulnerable, pero a la vez fuerte, gracias a la ropa fue lo que me fascinó de este trabajo. Además, Gemma Ward, una de mis modelos favoritas, regresó de su retiro solo para abrir el desfile. 

Numero Ventuno men – otoño-invierno 2015/16




Desde hace algunos años, le sigo la pista a esta marca de Alessandro Dell’acqua, que ofrece una visión de la moda poco estereotipada y que juega mucho con la idea de un estilo de vida libre, que mezcla el lujo con la comodidad. Su colección para el invierno combina materiales con muchas texturas, colores vibrantes con opacos, estampados y siluetas que cualquier hombre puede llevar sin problemas. Su estilo awkward-trendy me hace babear temporada, tras temporada.


Saint Laurent  men – primavera-verano 2015




Esta firma es la materialización de lo que cualquier rockstar respetable quisiera usar. La colección de la primavera que recién pasó, nos transporta a los años setenta, esa época llena de glamour relajado, estampados étnicos y una actitud llena de paz y amor. Quienes me conocen, saben que tengo una obsesión con esta era. Y me encanta la forma en que Hedi Slimane trajo al futuro la estética de la época, sin hacerla parecer un mal disfraz de Halloween. Al contrario, la hizo ver muy diferente, agregándole sus trademarks, como las siluetas ultra Slim, la actitud rebelde y la atención por el detalle. 


Dior – otoño-invierno 2015/16




Raf Simons sale un poco de lo que ya nos tenía acostumbrados en Dior y huye de la silueta bar, creando piezas longuilíneas, que juegan con el movimiento y las proporciones. El look colegial, los estampados setenteros y las pieles se mezclan de forma perfecta, en atuendos simples, que llaman la atención sin tanto alarde.

Dries Van Noten men – otoño-invierno 2015/16




Si hay algo que admiro de este hombre es su capacidad para combinar estampados y textiles de forma armoniosa, sin que parezca un trabajo manual. En esta colección, juega con los códigos de la vestimenta masculina y los reinterpreta de forma muy libre. Shorts sobre leggins, faldas sobre los pantalones, rallas con estampados, aplicaciones metálicas, pieles, tejido de punto, masculino vs femenino,  todo es válido para el hombre de Dries Van Noten.


Dior pre-fall 2015




Si, lo siento, hay dos colecciones de Dior en esta lista. Esta en particular, llamó mi atención porque se presentó en Tokio. La mayoría de firmas, hubieran hecho algo muy cliché, inspirado en la ropa de las geishas y demás. *se muere del aburrimiento* Raf Simons, tomó como punto de partida la cultura actual y el estilo de los jóvenes de la metrópoli más interesante del mundo y lo convirtió en una colección ultra elegante, pero a la vez con detalles bastante sci-fi. Las mangas y cuellos con lentejuelas que se asoman bajo chalecos de piel, colores fuertes,  las botas hasta la rodilla, estampados y los abrigos con la cintura entallada son una completa delicia visual. Además del maquillaje, que tomó referencias del animé y la presentación que fue en una arena de sumo. Creo que tuve un orgasmo.

Marni – primavera-verano 2015




Los clichés de la femineidad y demás, nunca son parte de las colecciones de Marni. O al menos, son vistos desde una óptica distinta. Cualquier cosa que pueda ser predecible, no está en los desfiles de Consuelo Castiglioni.  Para la primavera, la idea era mostrar a una mujer fuerte, que no se atemoriza de no mostrarse  sexy, que no expone su cuerpo para llamar la atención, se viste para sí misma y le huye a los tacones convencionales. La mujer Marni es segura, independiente y conoce muy bien sus gustos, es ella misma. 



¿Cuál fue su colección favorita del 2015? 

lunes, 21 de diciembre de 2015

Diciembre: la época para disfrutar de pequeños placeres





La navidad y las festividades de fin de año son la excusa perfecta para romper un poco la línea, de darnos el permiso de salir de la rutina, de hablar con personas con las que hemos tenido poco contacto y, por qué no, hacer una que otra buena obra. La navidad permite exponer un lado bastante infantil de nosotros, vivir algunas cosas con cierta ilusión y regalarnos la oportunidad de tener la ilusión de cuando teníamos pocos años, mientras compramos un par de zapatos nuevos. Creamos en lo que creamos, el fin de año es un excelente momento para tomar un camino distinto y hacer algunos cambios.

En este tiempo, siempre se recalca eso de “dar es mejor que recibir”, pero también hay que hacer un esfuerzo para regalarnos algo a nosotros mismos. No hablo de cosas materiales, sino de otro tipo de regalos, darnos experiencias y disfrutar de pequeños placeres. Por ejemplo, permitirnos reír un poco más de cosas estúpidas, escuchar esas canciones que nos da vergüenza admitir que nos encantan, aceptar defectos, quitarnos el peso al perdonar a alguien o perdonarnos a nosotros mismos por algo que hicimos, dejar atrás cosas del pasado, hacer las paces con el espejo, comer un poco más de postre, desvelarse viendo una película cursi, cantar villancicos, hacer manualidades navideñas, dejar de preocuparnos por tener siempre la razón, prestar menos atención a la opinión de otros, trabajar en un proyecto nuevo, dejar una relación que no funciona, evitar ser control freak, hornear algo, despedirse de hacer cosas que no nos gustan, comer golosinas, escribir algo y demás.  A veces, por todo lo que hay alrededor nos descuidamos un poco y al final esto puede desgastarnos, volviéndonos un poco fríos y sin ilusión. Y pues,  ¿qué gracia tendrían estos días sin un poco de ilusión? ¿Con qué cara podremos ser buenos con otros, si no podemos serlo con nosotros mismos? Este es el verdadero espíritu de estos días, nutrir esa parte vulnerable y blanda de nuestro interior. 

En mi caso, este año me di el regalo de dejar atrás los comentarios que dicen que soy un poco exagerado para el frío. Saqué todos mis abrigos, suéteres y demás parafernalia invernal para usarla a lo largo de estos días de frío. Como dije algunos días en Twitter: “Si en época de frío no te vistes como que si vas al círculo ártico, fracasaste como fashionista”. Parece algo estúpido, pero estas pequeñas cosas son las que le dan emoción a cualquier día. Además de otras cosas que me he permitido, también, he empezado a explorar lugares de la ciudad que frecuentaba de pequeño y me traen muchos recuerdos o que me causan curiosidad. Hace poco, visité el Mapa en Relieve en la zona 2 y, como era de esperarse llevé un atuendo invernal. Combiné un abrigo largo que conseguí en Tiendas Megapaca con un suéter amarillo, un pantalón slim fit color marsala y unos creepers.

Solo espero que todos se disfruten mucho a sí mismos en esta época, amen a quienes tienen alrededor y disfruten de las experiencias y de la convivencia, no solo de las cosas materiales y lo que la publicidad ofrece.
Abrigo, suéter y zapatos: Tiendas Megapaca









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martes, 15 de diciembre de 2015

¿Funciona la cera para barba y bigote?


Foto: Francisco Melgar Fotografía    Vestuario: Tiendas Megapaca

Desde hace 2 años, que decidí dejar crecer mi barba, he tenido que aprender algunas cosas. Por ejemplo, cómo cortarla en casa, cómo lavarla, cómo peinarla, cómo acondicionarla y cómo evitar que se vea alborotada. Para esto último, experimenté con varios tipos de cera para barba y bigote. Muchos me preguntaron si realmente es algo que funciona y si hay un cambio visible.

Hace algunos meses, llegó a mi oficina un paquete de Jabones Savon, una marca de productos orgánicos para la piel fabricados en Guatemala. Además de varias cosas para consentirme y relajarme, contenía algunos artículos nuevos para el cuidado de la barba y el bigote. La cera fue lo primero que me llamó la atención, porque solo había experimentado con marcas extranjeras y que adquirí en internet. La idea de probar algo orgánico y fabricado en el país me pareció, como dice el dicho “matar dos pájaros de un tiro”.

Foto Mónica Ávila 

Luego de lavar mi barba con champú y secarla, como de costumbre, empecé a aplicar la cera. Se toma un poco, como del tamaño de un grano de maíz, se frota sobre las manos y se pasa sobre el vello de las mejillas y la parte de abajo del mentón. Puedes pasar un peine para distribuir el producto, si tu barba es espesa o bastante rebelde. En lo personal, uso los dedos, para que se vea más casual y un poco desordenada.  Luego, viene la parte interesante: El bigote. Para estilizarlo y que sea digno de un post de Instagram, hay que tomar una cantidad similar a la de la barba, pero hay que frotarla solo en la punta de los dedos. Luego hay que aplicarlo desde la parte de debajo de la nariz, hasta las puntas. Con los dedos peina hacia los lados, de modo que el vello quede alejado de los labios. Para darle un toque más hipster, se enrollan los extremos hacia arriba, para que las puntas queden levantadas.


Ahora, la pregunta: ¿Realmente funciona? En mi experiencia, la cera para bigotes de Jabones Savon cumple con su objetivo. El pelo de la barba se mantiene en sus sitio durante todo el día y el bigote no se mete dentro de mi comida. Además, huele muy bien.  Otro punto importante de este producto, es que es muy fácil de quitar. No debes pasar horas lavando tu barba, con un poco de champú y agua es suficiente.  En conclusión, ya sea que se tenga solo un poco de barba o se esté empezando a dejar el bigote, usar cera ayudará a que el vello esté más suave y que poco a poco vaya tomando la forma que queremos. Si quieren adquirir los productos de Jabones Savon para hombre, pueden hacer click acá. Les recomiendo la cera y el bálsamo para barba, además del bálsamo para labios. En esta época de frío, es muy útil. 


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viernes, 27 de noviembre de 2015

Mercedes-Benz Fashion Guatemala 2015, la puerta hacia algo muy grande

Lokai Classic Bracelet


Foto Mónica Ávila


Aunque es la segunda vez que se realiza el Mercedes-Benz Fashion GT, fue en esta edición en donde realmente sentí el rush de un evento de moda grande, un monstruo que abría la boca y atemorizaba, pero que a la vez causaba mucha curiosidad. En 3 días, la adrenalina se apoderó de todos: Diseñadores, modelos, productores, maquillistas, peluqueros, relacionistas públicos, periodistas de moda, bloggers y socialités.
Como no quiero hacer este post similar a lo que probablemente han leído durante estos días, hablaré de aspectos puntuales, que llamaron seriamente mi atención e hicieron que esta edición del MBFGT, realmente mostrara que #GuateEstáDeModa y que vamos camino a algo muy grande. La moda guatemalteca dará mucho de qué hablar alrededor del mundo. Estoy seguro.


Street Style guatemalteco en Vogue





La vista de Craig Arend al evento causo gran expectativa y muchas dudas a la hora de vestir. Aunque dijéramos que no, muchos de nosotros pasamos al menos una semana planificando que nos íbamos a poner para asistir a los desfiles. Ver los looks de varios colegas fashionistas, fue definitivamente algo muy entretenido.  Y como fanático del Street Style, fue un deleite ver que todos se esforzaron un poco más en sus atuendos y se tomaron muy en serio el tema. Hasta la forma de caminar era distinta. Todos andábamos un poco más lento, para captar la atención de Craig y tener la oportunidad de aparecer en Vogue México. 

Nuevos amigos




Estos 3 días fueron la excusa perfecta para compartir  de forma distinta. Si bien es cierto que casi todos en la escena de la moda guatemalteca nos conocemos, tuvimos la oportunidad de hablar durante los desfiles (gracias a la disposición de los asientos), hablar en los intermedios  de cosas no relacionas con moda y disfrutar de unas copas antes y después de las pasarelas. También, pudimos conversar con bloggers, periodistas, modelos y personalidades de otros países, para ampliar lazos de amistad, hablar de colaboraciones, conversar sobre futuros viajes, planificar shopping o elogiar la moda de ambos países. La experiencia fue super enriquecedora y mostró que la escena de la moda centroamericana crecerá a medida que nos unamos y más y más.


Mejores Relaciones Públicas





Desde que conozco a Nando Yax se ha destacado por ser exigente y perfeccionista con todo lo que hace. Al lanzar su NYPR Agency, continuó con la excelencia y el buen trabajo. En esta edición del MBFGT quedó demostrado. La convocatoria de medios, bloggers, modelos, influencers, celebridades locales y el trato hacia a todos fue increíble y personalizado. La fiesta para celebrar los 6 años de su blog NYisfor.com, en el segundo día del evento, fue la cereza del pastel. Los personajes clave, la gente más estilosa, influyente y alegre se hizo presente esa noche, amenizada con los beats de Gonzo Gonzo y las delicias de Saúl Bistro. Sin duda, una de las mejores fiestas del 2015.


Propuestas distintas entre sí y más diseñadores extranjeros



Foto: Mónica Ávila 

que marcó la diferencia fue la elección de los diseñadores que presentarían sus creaciones. Todos los días tuvieron algo distinto, pero a la vez mantuvieron la coherencia. Además, los diseñadores internacionales invitados deslumbraron con propuestas inspiradoras, con visiones distintas, innovadoras y con mucho sabor latino. 

El primer día Eduardo Figueroa, Thelma Espina, Karla Garzaro y Obra Gris lograron un equilibrio perfecto entre las líneas simples, la cultura guatemalteca y lo avant-garde. En la segunda jornada los start-ups (Zette, Waleska Lutin, Meus by Sofía Contreras, Keno by Keren Noriega y Alexander Ayala), Mariandrée Gaitán y Leal Daccarette dieron vida añ dicho de las bodas: "Algo nuevo, algo viejo y algo prestado”, combinando a la perfección vanguardia, lo clásico de la alta costura y el talento de fuera del país. Y el último día, HARARE, Hernan Dubois, VESSEL by Liza Carrillo y GUiSHEM nos condujeron por un camino en el que los detalles a mano y las técnicas modernas de elaboración de prendas se juntaban a la perfección sin competir entre sí.



Estos tres días me llenaron de energías, muchas emociones, esperanza e ilusiones. No puedo describir con palabras lo satisfecho y feliz que me hicieron estos días. Haber sido parte de todo esto hace sentir muy orgulloso y alegre, por ver el crecimiento que ha tenido lo que amamos, el esfuerzo y empeño de todos y la cara de alegría de todos los diseñadores que participaron. No puedo esperar a que llegue la edición del 2016.

Si quieren leer mis reviews sobre todas las colecciones, pueden hacer click aquí, aquí y aquí


Gracias por leer este espacio. 


Mynor Véliz 


lunes, 9 de noviembre de 2015

Ser alguien creativo, en un lugar no tan creativo



Cuando estaba en el colegio, era un poco raro. Bueno, aún lo sigo siendo, pero ahora estoy más cómodo con la idea. Disfrutaba un montón las clases que involucraran usar mi imaginación y destrezas manuales. Eso no quitaba que me interesaran las ciencias sociales, matemáticas, ciencias naturales y demás. Pero encontraba muy divertidos esos momentos en los que tenía la oportunidad de materializar una idea. Por algo, creo que terminé cobrando a algunos de mis compañeros por hacerles las tareas de artes plásticas, tarjetas y otras cosas. Aunque también, me topé con algunos problemas, porque algunos pensaban que era “raro” que prefiriera pasar una tarde pintando, en lugar de salir a “jugar pelota”. Me encantaba estar al aire libre, correr, caminar y hacer otros deportes, pero nunca se me dio el  fútbol. De igual forma, admiro a quienes se dedican en cuerpo y alma a él.

Conforme fui creciendo, me di cuenta que el asunto de ser creativo iba a causar un poco más de incomodidades que un par de comentarios. El “mundo real” no está diseñado para personas que llevan su ritmo de pensamiento de forma distinta. Con esto, no estoy diciendo que es un sufrimiento y un martirio, solo que cuesta un poco más adaptarse a muchas de las cosas que para algunos son más “normales”. Por ejemplo, trabajar con “tiempos”, puede ser una especie de deporte extremo. No es que no se pueda hacer, pero siempre tienes un atraso, una corrección de última hora, una idea que surgió a último momento o te arrepientes de algo que hiciste y ves cómo lo arreglas. Tratas de ser lo más puntual posible, pero algunas veces, es difícil cumplir con el deadline. Necesitas sentir lo que estás haciendo, empaparte de ideas y creer en lo que estás involucrado. Para otros, es solo cuestión de hacerlo y ya.

También, las emociones vienen y van, con la velocidad de una manada de caballos salvajes. En la sociedad, se nos ha enseñado que estar en contacto con nuestras emociones es señal de ser débiles. En realidad, creo que es un signo de fortaleza hacerle frente a esas cosas y no huir. Además, son parte importante del proceso creativo. Serás siempre tema de conversación, porque a veces prefieres quedarte en casa trabajando en lo que te apasiona. No importa que horas sean, estarás horas dibujando, cortando tela, escribiendo, tomando fotos o cualquier otra cosa.  Para muchos, es una especie de suicidio social, pero para ti es sensato intoxicarte con tu arte y ver salir cosas de tu mente y tus manos.

Explicar constantemente el porqué de tus acciones es algo que se volverá el pan diario. La gente no entenderá muchas de las cosas que dices o cómo las planteas. Ahí estarás explicando por horas, a veces con nulos resultados. Lo bueno, es que desarrollas fortaleza y crees tanto en lo que haces, que nada ni nadie te hacen cambiar de opinión. Con el tiempo, comprendes que ir contra corriente va a ser “normal”, al menos para ti.

Siempre te toparás con gente que pensará que eres raro o que eres un desastre. Esto no es tan malo, porque te aleja de personas que realmente no hacen nada productivo en tu vida. Te acerca a otras que comparten pasiones similares o que a pesar de que no entienden todo lo que haces, no te juzgan y comparten parte importante de tu vida. Además, le dan equilibrio.

Esto no es una queja, más bien una forma de explicar algunas cosas que muchos vivimos a diario, no necesariamente personas creativas, sino que no tienen gustos similares a los de todos. Es más, me sirvió como inspiración para crear un look con ropa de Tiendas Megapaca. Esta vez, fui a una exposición de arte, de esas cosas que a veces me gusta visitar y que muchos piensan es una pérdida de tiempo. Tomé referencia del clásico look de artista, que se relaciona mucho con los beatniks de los 60 y sus camisas de cuello de tortuga y botines. Para traerlo a la actualidad, le agregué unos jeans rotos, un saco de gris y unas Chelsea boots.

Saco, camisa, zapatos y sombrilla: Tiendas Megapaca
Productos para la barba: Jabones Savon 











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lunes, 2 de noviembre de 2015

De shopping… ¡al Mercado Central!



El Mercado Central de la ciudad me trae muchos recuerdos alegres. Yo sé, desde hace unos posts para acá, todo se ha tratado de recuerdos. Pero, es lo que hay. Y sé que si están acá, pues creo que les gusta lo que leen. En fin, cuando era pequeño, mis padres solían llevarme ahí al menos cada quince días. Donde vivimos, en ese entonces, no había un mercado cerca, así que este era el sitio para conseguir todo lo que necesitábamos para la semana. Estaba bien surtido y en el camino de regreso visitábamos a mi abuela, así que matábamos dos pájaros de un tiro.

Recuerdo que me gustaba mucho pasar por donde estaban todas las artesanías de barro y todos los textiles típicos. Pero definitivamente, mi parte favorita era la que estaba cerca de una pequeña capillita. Me daba un poco de miedo, pero me gustaba acercarme para ver las imágenes religiosas y un montón de velas encendidas. Además, el olor a incienso me hacía pensar en los días de Semana Santa.  Las golosinas, granizadas y demás manjares dulces eran otra de las atracciones. Nunca salía sin algo de eso.

Desde esos días, creo que aprendí a disfrutar los mercados. Tienen algo muy distinto a los ambientes fríos, calculados, pretenciosos y restringidos de los supermercados.  Por el contrario, en un mercado, siempre recibís una sonrisa de alguno de los vendedores, te recomiendan qué fruta está para hoy o para mañana, obtienes extrañas ofertas por las que regresas a casa con un montón de verdura que no sabes para que usarás y , con el tiempo, creas un lazo de amistad con muchas de las personas que trabajan ahí. Te saben el nombre, conocen qué preferís y se convierten en parte importante de tu vida. Es más, te conocen desde que eras un muchachito sin vello facial.  Esta es una de las partes que no cambio por nada. Agrega un valor extra a todo y hace que algo que podría ser rutinario, se convierta en algo divertido y muy ameno.  Desde pequeño, he aprendido muchas cosas útiles de esas constantes visitas a estos lugares. Si no, ahora no sabría algo tan vital como comprar el aguacate correcto, sin calarlo o cómo usar una máquina para granizadas.

El Mercado Central se convirtió en la inspiración para crear un atuendo.  El amarillo y el naranja son colores que abundan en este espacio, así que los llevé a mi look con unos tenis y un suéter, que combiné con una chaqueta azul y un sombrero, que conseguí en Tiendas Megapaca. Quería algo sencillo, que no fuera un problema para comprar en paz y que me protegiera un poco del frío y la lluvia que había el día que fui de compras.

Fotos: Rob García

Zapatos, suétes, chaqueta y sombrero: Tiendas Megapaca











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lunes, 26 de octubre de 2015

No todo es lo que parece



Cuando era pequeño, recuerdo con mucha alegría los días en que íbamos con mis hermanos a los juegos mecánicos en el Hipódromo del Norte. El día se pasaba rapidísimo, entre tantas luces, colores, la velocidad de los carros chocones, los brincos en las camas elásticas  y giros en una pequeña rueda de Chicago.  Aunque no es un juego mecánico como tal, mi favorito era el “Resbaladero Gigante”. Lanzarse en un costal en una estructura de metal me fascinaba. Cuando estaba en la cima, sentía que era el punto más alto del universo. Me daban escalofríos y sentía un pequeño nudo en la garganta. Pero cuando veía a mi hermano mayor lanzarse, el miedo se disipaba y era mi turno.

A la mitad del trayecto, en el momento en que alcanzaba más velocidad, me gustaba extender los brazos y sentir por un momento que mi cuerpo se levantaba algunos milímetros de la superficie. No sé, tal vez esperaba volar o llegar al final surcando el aire. Esos instantes eran mis favoritos de la travesía. Al llevar a tierra firme, me daban ganas de hacerlo nuevamente. Creo que podía subir más de 30 veces seguidas. La billetera de mi papá su frió bastante en ese entonces.

Ahora que soy adulto, y vuelvo al mismo lugar, me dan risa muchas cosas y me siento afortunado por haber tenido una infancia tan alegre.  Y a la vez, me siento un poco triste. Me encantaría tener la ingenuidad de esos días y no pensar en todo lo que me podría pasar al momento de lanzarme en un costal en una rampa de metal embadurnada de keroseno. No sentirme ridículo por alzar los brazos a mitad del trayecto o pensar en que mis lentes pueden salir volando por ahí. Aaaaah… las desventajas de la vida adulta.  

Tener ese sentimiento de que muchas cosas no son la fantasía que creíamos, es de las peores cosas que pueden pasar. Uno siente como algo dentro se rompe en pedacitos.  Pero el proceso es parte natural de la vida y es lo que poco a poco nos hace fuertes y nos preparara para el futuro. Saber que algo no es lo que esperábamos, se aplica a varias cosas de la vida: relaciones, trabajo, familia, amigos y otras csoas. No todo va a ser siempre perfecto como esperamos. En algún momento, eso se acaba. Pero no hay que ponerse tristes, lo mejor es atesorar lo bueno y recordar con alegría eso que nos hacía reír. Recordar el momento de la desilusión es peor y arruina todo el recuerdo.

Armé un atuendo inspirado en mi experiencia en el resbaladero de el hipódromo. Mi sueño de volar, se materializó en una chaqueta de piloto, a le que le quité todas las insignias, y que encontré en Tiendas Megapaca. También, agregué un pantalón amarillo, como las luces de los otros juegos que estaban en el espacio y unos zapatos con las suelas anchas, como llantas, que me recordaron a los carros chocones, que también conseguí en un viaje a la Mega.


Pantalón, chaqueta, zapatos, bufanda y pantalón: Tiendas Megapaca












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Mynor Véliz