lunes, 7 de julio de 2014

Sentimientos incómodos



Hace algunos días pensaba en cómo este asunto de estar involucrado en la moda de Guatemala ha ido creciendo. Cuando empecé, la verdad no imaginé que el asunto iba a tomar el rumbo que tomó. Ha sido una experiencia que me ha llevado a conocer a muchos desadaptados como yo, tener una gran cantidad de satisfacciones y crecer como persona y profesional. Además, me ha dado la oportunidad de ir encaminando mi creatividad hacia muchas partes, no solo en el diseño de modas, sino en la escritura, el arte y otras cosas, lo que me parece genial. 

Estar involucrado en esta pequeña burbuja tiene sus partes buenas, así como sus partes malas. A veces, muchas personas no entienden por qué prefiero gastar mi dinero en ropa, por qué invierto tiempo leyendo revistas o blogs, me mantengo en constante conexión en redes sociales o uso el tiempo escribiendo en este espacio. También, creo que muchos tienen la impresión de que me invento palabras o conceptos y que hablo en una especie de dialecto extraño. Esto último es algo que me atrae demasiado de la moda. La idea de transmitir mensajes a través de las prendas es algo que muchas marcas han perfeccionado, de tal forma que uno reconoce los diseños por esos detalles extraños o que provocan un sentimiento incómodo, por así decirlo. 




Marni es uno de esos ejemplos de un lenguaje distintivo en las prendas. Aunque no sea una de las más populares, Marni se ha convertido en una marca de culto para todos esos fashionistas amantes del "lujo conceptual" (hablando de cosas inventadas). Al menos, así es como yo le llamo. Consuelo Castiglioni, la mente maestra detrás de la firma, ha sabido darnos a todos esos desadaptados un lenguaje común. Esto a través de prendas que combinan lo feo, lo raro, lo retro, lo bonito, lo kistch, lo normal y lo intelectual de una forma que nadie más lo hace (Bueno, a excepción de Prada. Consuelo le ha aprendido mucho a Miuccia). La especialidad de Marni es crear conflicto. 



(Marni primavera-verano 2015)

Siempre que observo las propuestas de la firma, tanto del lado masculino como femenino, tengo un sentimiento de rechazo inicial. Generalmente, las combinaciones o las siluetas me traen recuerdos del pasado no muy agradables que digamos. Las sandalias con calcetines, identificaciones colgadas en el cuello y trajes que parecen pijamas no es lo primero que me viene a la mente cuando pienso en "moda". Luego, el desagrado se convierte en un deseo por investigar qué hay detrás. Al final, termino enganchado de la colección y el concepto que hay detrás. Deduzco que es porque me siento identificado y unido a la idea de que me considero una mezcla de muchas cosas extrañas que se contradicen a sí mismas. 

Gracias por leer este espacio. 

Hablando de conceptos extraños, esto me llamó bastante la atención: Kasubiguasaguate

Mynor Véliz
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